En Fuerteventura 1.200 árboles para frenar la desertización en El Aceitunal

El Cabildo desarrolla un proyecto de la Reserva de la Biosfera dirigido a recuperar una de las zonas de cultivo históricas en Fuerteventura


El abandono progresivo de las actividades tradicionales de cultivo, que en Fuerteventura se basaban en la creación de muros y cadenas en las pendientes montañosas para contener y aprovechar el agua de lluvia y de escorrentía –en las llanuras se utilizan las gavias-, ha venido derivando en un incremento de los procesos erosivos en la Isla majorera.

Un proyecto de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, ejecutado desde la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, se viene centrando en los últimos meses en la reconstrucción de las antiguas estructuras de cultivo que abundan en la montaña de El Aceitunal, ubicada en el Municipio de Puerto del Rosario, así como en la reforestación integral de la zona mediante la plantación de 1.200 árboles frutales de tipología silvestre como morales, higueras, almendreros, granaderos y olivos.

"Se trata del mayor proyecto que se ha realizado hasta el momento en Fuerteventura, si tenemos en cuenta que hablamos de combinar en una misma iniciativa dos acciones como la recuperación de estructuras de interés etnográfico y la rehabilitación ambiental y reforestación", indicó la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora.

Évora, que visitó esta mañana la zona para seguir el desarrollo de los trabajos, precisó que las medidas adoptadas "van a permitir frenar la erosión en esta zona atendiendo a un proceso sencillo aunque trabajoso debido a los escarpado del terreno, basado en la reconstrucción de las estructuras que hasta hace unas décadas proveyeron de un medio de subsistencia a los agricultores de la Isla. Volver a levantar los muros que forman las 'cadenas', 'nateros', etc., permitirá en adelante contener no sólo el agua de lluvia, sino también conservar en la montaña todo el material sedimentario que arrastra la escorrentía".

Una vez finalizada la restauración de las estructuras, proceso que se ha desarrollado durante los últimos dos meses, el proyecto se complementa con la reforestación de la zona con la plantación de miles de frutales que ayudarán a fijar el terreno, conservando la humedad y favoreciendo la pervivencia de otras especies vegetales. Este segundo proceso se extenderá a lo largo de otro mes y medio, aproximadamente.

El proyecto se denomina 'Restauración Hidrológico-Forestal de la Montaña de El Aceitunal', y contempla también la creación de un sistema de riego por goteo a través de la instalación de miles de metros de tuberías, sistema que será abastecido a partir de la ubicación de un depósito de 9.000 litros de capacidad en la parte alta de la ladera sobre la que se desarrolla la actuación.

Cada uno de los frutales plantados se acompaña con la instalación de un goro o malla metálica de protección que bordea la planta para evitar el ramoneo por parte del ganado y otros animales silvestres. Asimismo, cada una de los árboles se ubica en un hoyo horadado en el terreno y reforzado con piedra para contener el agua de lluvia. Un tractor agrícola se encarga también de arar los terrenos recuperados para favorecer el arraigo de la vegetación.

Datos del Proyecto

-         1.200 frutales.
-         Aprox. 16.000 metros de tuberías de riego (1.200 metros de red general 32 pulgadas / 1.000 metros de 40 pulgadas / y 15.000 metros de 16 p.)
-         5 hectáreas de superficie restaurada (50.000 metros cuadrados).
-         Dos meses de trabajos de restauración de estructuras. Desde hace una semana inicio de la reforestación, aproximadamente durante otros 2 meses.

El Aceitunal

Con 686 metros, el Aceitunal es junto a La Muda (689 metros) la montaña más alta en el municipio de Puerto del Rosario. En esta montaña encontramos un claro ejemplo de lo que fue hasta décadas recientes la actividad económica fundamental en Fuerteventura: la agricultura.

La montaña de El Aceitunal se ha caracterizado por una antaño intensa actividad agrícola desarrollada en toda sus laderas, como constata la presencia de cadenas (en la toponimia majorera), presentes entre los 686 metros de la cima y la cota de 400-450 metros, donde la pendiente se suaviza y comienzan a aparecer otro tipo de estructuras como los 'nateros', 'maretas' y 'gavias'.

La presencia de todos ellos entre la cima y la falda de la montaña ha permitido no sólo el cultivo de cereales de secano hasta décadas recientes, sino que su presencia ha sido especialmente beneficiosa para la reducción de la erosión natural del suelo de la montaña, al reducir la velocidad y capacidad de arrastre de las aguas de escorrentía, al tiempo de favorecer la infiltración y la presencia de elementos fértiles en el subsuelo de la montaña.

De la agricultura al turismo

El abandono de las labores del campo en favor de la actividad que ha monopolizado el devenir económico de la Isla en los últimos treinta años, el turismo, ha propiciado la progresiva desaparición de unas estructuras cuyo mantenimiento ocupaba una parte importante del tiempo del agricultor tradicional de Fuerteventura.

El deterioro de todos estos muros, nateros, gavias, cadenas y demás estructuras que fueron levantados en las laderas de esta montaña de La Matilla, ocupando la práctica totalidad de la superficie útil para el cultivo, adaptándose y aprovechando los diferentes accidentes del terreno, no sólo significa la pérdida de un importante patrimonio cultural, sino que su desaparición ha contribuido también a agravar el deterioro de la montaña, mucho más desprotegida ante las acometidas de las lluvias y los efectos de la erosión.

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