Fuerteventura.- Sistemas atrapa-nubes permiten aprovechar el agua para el riego de reforestaciones en Morro Velosa y el Pico de La Zarza





El Cabildo ha iniciado dos proyectos paralelos que funcionarán con sistemas de riego automáticos y que contarán con vallados perimetrales


1 de noviembre de 2014

El Cabildo de Fuerteventura ha iniciado un novedoso proyecto cuya finalidad es aprovechar el agua condensada en la bruma y las nubes para abastecer sistemas de riego automáticos, que funcionarán de manera complementaria con los programas de reforestación que promueve la institución insular.

A pesar de ser Fuerteventura una isla de clima semidesértico, la instalación de estos dispositivos llamados atrapa-nubes, o también capta-nieblas, es viable si se ubican en las cotas más altas del territorio majorero.

"Las expectativas son halagüeñas en torno a este proyecto que ha comenzado simultáneamente en dos localizaciones, el Pico de La Zarza, en el municipio de Pájara, a 807 metros de altitud, y Morro Velosa, en el sistema montañoso de Betancuria, a 675 metros", explicó la consejera insular Natalia Évora, titular del área de Medio Ambiente del Cabildo que promueve este proyecto.

La captación del agua de las nubes es sólo una parte de un proyecto mayor que incluye la propia acción de reforestación en estas dos zonas con especies vegetales autóctonas y propias de climas húmedos, la creación de vallados perimetrales e individuales para evitar la acción de los animales y la instalación de depósitos y de sistemas de riego.

Se trata de actuar, explicó Évora, "en las mismas zonas donde ya se han desarrollad acciones de reforestación con anterioridad, pero superando el problema derivado del abastecimiento de agua en zonas muy remotas donde no es posible destinar personal de manera permanente para el mantenimiento de las plantaciones".

Con un presupuesto total de 90.000 euros, dos empresas especializadas han comenzado ya con la ejecución de estos dos proyectos tanto en Morro Velosa como en el Pico de La Zarza.

Los sistemas capta-nieblas son más sencillos que otros dispositivos experimentales utilizados años atrás, y por lo tanto facilitan su mantenimiento. Para almacenar el agua de las nubes y la niebla se conectan a una serie de depósitos que a su vez son auto regulables, al contar con un sistema de boyas que permite liberar el agua a medida que se alcanza el nivel adecuado. Estos depósitos están conectados con la canalización y el sistema de riego que permite abastecer a las plantaciones.

En cuanto a las especies a utilizar en la reforestación, en el Pico de La Zarza se plantará principalmente peralillo, de la variedad Maytenus canariensis, así como otra variedad de esta especie identificada recientemente y que está especialmente adaptada a las características del clima y el territorio majorero. En Morro Velosa, las previsiones son utilizar una mayor variedad de especies como romero marino, lavanda, acebuche, lentisco y retama.

En cada localización se plantará entre un centenar y un centenar y medio de ejemplares, en todos los casos procedentes de los viveros que gestiona el Cabildo en Betancuria y en la Estación Biológica de La Oliva.

Los vallados perimetrales a instalar serán de gran resistencia para evitar la invasión de ganado en el interior de las plantaciones, estando además soterrados en la franja interior para detener a pequeños herbívoros. Además, cada ejemplar contará con un goro de protección individual hasta alcanzar el tamaño y la fortaleza necesaria para sobrevivir de manera autónoma.

Para reforzar todas estas medidas, está previsto también la aplicación en las plantaciones de tratamientos vigorizantes y anti estrés que contrarresten el impacto que supone para las especies el trasplante desde los viveros hasta el medio natural, favoreciendo así su enraizamiento en el terreno.

Tanto en un proyecto como en otro, la mayor parte de la financiación procede de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), ejecutándose dentro del convenio marco de colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular de Fuerteventura, para las actuaciones de gestión de recursos naturales y del Plan Forestal de Canarias.


Reforestación a partir de las nubes

La reforestación es una práctica que en Fuerteventura cobra sentido atendiendo a los procesos de erosión y desertificación que afectan al territorio insular. El objetivo del proyecto actual es reconstruir suelos deteriorados por la erosión valiéndose de la propia flora de la zona, que una vez recuperada gracias a la humedad suministrada por los atrapa-nubes, se encargaría por si sola de anclar la tierra ante fenómenos erosivos tan comunes en la isla como las lluvias torrenciales.

La reforestación del monte es básica para evitar la degradación ambiental del ecosistema. De la existencia de una vegetación bien estructurada se deriva una mejora de las condiciones atmosféricas locales. La evapotranspiración de las plantas y su función de fotosíntesis contribuyen a la creación de un microclima caracterizado por una mayor humedad relativa, amortiguación de las temperaturas máximas y mínimas, mayor proporción de oxígeno, etc., resultando todo ello un gran aumento de la calidad ambiental.

A pesar de su clima desértico, Fuerteventura presenta un elevado índice de biodiversidad, geodiversidad, edafodiversidad y recursos paleontológicos, que es necesario conservar y proteger.

Se ha determinado que la cantidad de agua que se puede encontrar en las nubes, es de unos 4 a 10 gr/m3, que es una cantidad lo suficientemente importante como plantearse la opción de extraerla de las nubes. Con cierta frecuencia las bases de las nubes se encuentran a varios centenares de metros sobre la superficie de la tierra, pero en lugares altos del territorio, las nubes tocan la superficie del suelo adquiriendo la apariencia de la niebla. En las islas Canarias, esto sucede muy a menudo, sobre todo en las islas occidentales del archipiélago, que tienen una gran altura.

Las nubes acarreadas desde el mar por los vientos dominantes en Canarias (los alisios), toman contacto en las zonas altas, con los árboles y arbustos, y como consecuencia de ello, poco a poco se van depositando gotas de agua en las hojas, ramas, etc. A esta forma de llover, se le conoce con el nombre de "precipitación horizontal".

Las precipitaciones de niebla a partir de la cota 900, tienen en Canarias una importancia no muy bien conocida. Sin embargo, la idea de aprovechar los potenciales recurso hídricos procedentes de los estratocúmulos, se ha tenido muy en cuenta, ya que al respecto se han hecho algunas observaciones, gracias a las cuales, ha sido posible determinar que en verano, la altura de las formaciones de nubes se encuentra a cotas más bajas que en invierno.

Para recoger el agua procedente de las formaciones de nubes, se ha desarrollado unos dispositivos denominados popularmente como atrapa-nubes o capta-nieblas cuya función es captar el agua de las brumas para su aprovechamiento en reforestación o abastecimiento agrícola, entre otros usos.

En las islas de menor relieve, como es Fuerteventura, las nubes pasan por encima de la mayor parte de su territorio sin colisionar, por lo que las precipitaciones son escasas. Sin embargo, el mar de nubes influye en las montañas con mayor altitud y una orografía más abrupta como es el Pico de la Zarza.

Morro Velosa

Morro Velosa, se localiza en un desvío de la carretera FV-30, a unos 9 km. de Betancuria. Está situado a unos 675 metros de altitud (s.n.m.), dentro del espacio natural protegido del Parque Rural de Betancuria. Constituye un área de gran importancia biológica y el refugio de varias especies endémicas de plantas y animales. Es una zona muy despoblada por los efectos erosivos del viento y del agua a lo largo de los años.

La presencia de bruma o niebla durante gran parte de los días de verano, aporta a la zona una elevada humedad relativa que repercute favorable y directamente sobre la vegetación de la zona.

En la actualidad la vegetación predominante en la zona es el matorral de jorao (Nauplius sericeus). También nos encontramos con la cuernúa (Caralluma burchardii), catalogada como especies de interés comunitario.

Dentro de la fauna vertebrada destacan las aves, por lo que el Parque Rural de Betancuria se clasifica como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).


Pico de La Zarza

El Pico de la Zarza se localiza a unos 807 metros de altitud, en el sector central de la península de Jandía. Se sitúa dentro del espacio natural protegido del Parque Natural de Jandía, en el término municipal de Pájara.

Constituye en la actualidad un área de gran importancia biológica. Su ladera sureste, está recubierta por matorral de jorao (Nauplius sericeus) que se extiende hasta la ladera suroeste. Esta última, por ser más abrupta, constituye el refugio de varias especies endémicas de plantas y animales.

Además acoge uno de los ecosistemas más ricos de la isla de Fuerteventura, a pesar de su alta afección por los efectos de la erosión y desertificación. Una de las características del Pico de la Zarza es la presencia de niebla durante gran parte de los días de verano, lo cual aporta a la zona una elevada humedad relativa que repercute favorable y directamente sobre la vegetación de la zona.

En la actualidad la vegetación predominante en la zona es el matorral de jorao (Nauplius sericeus). También destaca en la zona la vegetación criptógama (sin flores), cuyas especies más desarrolladas son los líquenes y los musgos, lo cual indica la elevada humedad existente en la zona.

Dentro de la fauna vertebrada destacan las aves, por lo que la península de Jandía se clasifica como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).