Las autoridades de Cabo Verde coordinan con Fuerteventura el desarrollo de proyectos europeos de reforestación



-      Han permitido recuperar el palmeral de Buen Paso, que ya aparecía en las primeras crónicas de la Conquista del siglo XV


27 de octubre de 2014
La directora general de Agricultura y Desenvolvimiento Rural del Gobierno de Cabo Verde, Carla Helena M. Tavares y miembros de su equipo de trabajo se reunieron esta mañana con el presidente del Cabildo de Fuertentura, Mario Cabrera, y la consejera de Medio Ambiente, Natalia Évora, con motivo de la coordinación del desarrollo del programa de cooperación internacional de la Unión Europea 'MAC Monteverde' que incluye acciones en Cabo Verde y Canarias y dirigido a la cooperación eurofricana para la mejora forestal de la región atlántica.

Las autoridades de Cabo Verde y técnicos del Gobierno de Canarias recorrerán durante la jornada de hoy la repoblación forestal realizada en el palmeral de Buen Paso y las acciones desarrolladas en Betancuria.

El proyecto Monteverde está dirigido a estructurar las acciones necesarias para el desarrollo de una política forestal regional basada en los principios del desarrollo sostenible, la multifuncionalidad de los montes, la contribución a la cohesión territorial y ecológica y la participación pública y social en la formulación de políticas, estrategias y programas, proponiendo la corresponsabilidad de la sociedad en la conservación y la gestión de los montes.

Monteverde también plantea la necesidad de crear un Programa de Acción Euroafricana contra la desertificación.

Entre las acciones desarrolladas se encuentra: 'Plan de Gestión del Parque Natural de Rui Vaz', el 'Estudio cuantitativo de Unidades Vegetales o áreas de interés fortestal para el establecimiento de su valor y prioridad de conservación', la 'Cartografía de Especies Vegetales Amenzadas en la Isla de Santiago - Cabo Verde', la ' Implantación de Parcela Experimental para la Rehabilitación de los Paisajes Naturales Phoenix Canariensis en la Isla de Fuerteventura', etc.

Fuerteventura

En Fuerteventura el proyecto Monteverde ha permitido trabajar en la recuperación de palmeras muy antiguos.
Así, en el Barranco del Buen Paso, en pleno Parque Rural de Betancuria y a medio camino del sendero de Las Peñitas, que conecta los municipios de Pájara y Betancuria, se conserva el palmeral más antiguo de que se tiene constancia en Canarias, pues aparece reflejado en las crónicas que elaboraron los conquistadores Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle tras desembarcar en 1402 en la Isla, testimonio del que ha quedado constancia ‘Le Canarien’. A principios del siglo XV, La Salle se refería a éste subrayando su “densidad y frondosidad”.

Junto a su relevancia histórica, la singularidad de este espacio natural radica en los ejemplares de palmera canaria (Phoenix canariensis Chabaud) que acoge en su interior, todos ellos identificados genéticamente con esta especie. La palmera canaria y la palmera datilera (Phoenix dactylifera) son los dos tipos de palmera propios de las Islas –su presencia en el Archipiélago es incluso anterior al poblamiento humano-, pero el hecho de ser compatibles entre sí ha desembocado en un proceso progresivo de hibridación que amenaza con la desaparición de ambas especies.
Repoblación

El interés por conservar este valiosísimo palmeral llevó a poner en marcha un plan de reforestación en la zona a través del ‘Proyecto Monteverde. Esta experiencia está dirigida a evaluar la capacidad de regeneración de la palmera canaria en condiciones desérticas, pero no únicamente para tratar de rescatar la especie, sino también porque es muy importante recuperar la cubierta vegetal que existió siglos atrás en esta misma zona.

La reproducción de las condiciones originales del palmeral en Buen Paso es una de las máximas del Proyecto Monteverde. Todas las semillas de palmera utilizadas en la repoblación proceden del mismo palmeral de Buen Paso, lo que permite garantizar la pureza de la especie. De igual manera, se acompaña la plantación de las Phoenix canariensis con otras muchas especies autóctonas, muchas de  ellas comunes en la Isla como tabaibas, jorjados o almácigos, pero también otras propias de climas más húmedos pero que todavía sobreviven en Fuerteventura, como son la lavándula, el cornical, el romero marino o el esparragüelo.

En total son más de mil ejemplares de distintas especies, 150 de ellos son individuos de palmera canaria, y el resto otras especies vegetales que han sido reproducidas en los viveros del Cabildo, al igual que ocurre con las palmeras, primando en su selección aquellas plantas más cercanas al palmeral y, por tanto, más adaptadas al medio.

+ Para ampliar información sobre el proyecto de Fuerteventura se puede descargar en el siguiente link: